Falcao justifica su fichaje.

Campeonato Nacional de Liga.

34ª Jornada.

Rayo Vallecano 0.

Atlético de Madrid 1. (0-1. Falcao, min. 64´).

El Atlético se reencuentra con la victoria a domicilio, se vuelve a meter en la lucha por los puestos europeos y ya pone la cabeza en la semifinal de Europa League frente al Valencia.

Vallecas nunca fue un campo fácil. Históricamente hablado fue un estadio complicado donde poder puntuar. Ese fútbol de barrio, de la calle mezclado con el aroma a estadio ingles no ha sido un buen compañero de viaje para el equipo que visite al Rayo. Y anoche no podía ser menos. Es justo decir que el partido fue malo de solemnidad y que lo único destacable para los nuestros fue, además del resultado, la demostración de Falcao y no hablo solo en su faceta de goleador. Ayer el colombiano fue un duro fajador en el área y un excelente gregario en tareas de contención.

El partido comenzó como lo viene haciendo en los últimos tiempos, cada vez que el Atleti sale más allá del Calderón. Poco se diferenció el de anoche con los partidos de Mallorca, Zaragoza, Levante o Hannover. Una primera parte donde el Rayo era el dominador del partido y el Atlético intentaba solucionar la papeleta con un contragolpe. Movilla, Trashorras y Michu (¡¡que pelotero el asturiano!!) movían a su equipo al su ritmo. Mientras Tiago achicaba el agua como podía, es decir, rascando al rival y boleando la pelota. Por otro lado Mario Suárez era, una vez mas, un naufrago en mitad de la nada. Aun así, el canterano tuvo la mejor oportunidad del Atleti al rematar solo y al cuerpo de Cobeño una falta lateral lanzada por Diego. Antes, Courtois, al que habían machacado después del derby del jueves, sacaba una mano imposible a Tamudo. El belga, al que le persigue el estigma de ser cedido, daba la mitad de la victoria a su equipo y cerraba alguna boca.

En la segunda mitad, Tamudo, como en su día Onésimo o antes Potele (a los más jóvenes os sonará a prehistórico, pero os digo que el fútbol existe antes de CR7´s y Messis de turno) buscaba ese gol ratonero y tan de calle que siempre gustó en el barrio de la capital. No lo consiguió. Para entonces, Simeone ya había dado un paso al frente metiendo a Arda por Salvio. El turco, cada vez que se asocia con Diego, Adrián y Falcao, le hace crecer al equipo.

El gol, de todos modos, llego de la manera que lo había buscado Simeone en su planteamiento inicial. Robo de Juanfran, pase en largo a Falcao que arranca desde campo propio y tras regatear a un inocente Cobeño marca a puerta vacía desde 25 metros. El plan A había funcionado y se ponía en marcha el B. El plan B podría haber sido perfectamente B de Bergamo o Bari, porque desde ese momento el Atlético pareció un equipo de la Serie A. Probablemente de mitad baja de la tabla, pero italiano al fin y al cabo. Cierto es que desde ese instante el Rayo apenas inquietó a Courtois y que el Atlético tuvo oportunidad de matar el encuentro en un par de ocasiones.

Victoria merecida pero que deja el mismo poso de intranquilidad en la parroquia rojiblanca. El jueves volvemos a una semifinal europea. Yo tengo plena confianza en el equipo… ¿La tendrán los jugadores en ellos mismos?....