domingo, 29 de julio de 2012

Los que nos cambiarán la historia (o eso dicen).

Nuevo test de pretemporada y victoria (3-0, Arda -excepcional el turco- Borja y Pedro Martín) a un equipo flojo y débil Alianza de Lima que apenas pasaría del 10º puesto en la 2ª división española. Lo que en su día era una fiesta para los aficionados del Atlético de Madrid con el trofeo "Villa de Madrid" se ha convertido en un partido con afán recaudatorio para los (in-) dirigentes, amén de haber perdido cualquier vinculo con el recordado trofeo.
Debutaron en el Calderón Emre, Cata y "Cebolla" (ese no es el ambiente que encontraran normalmente) y se mostraron muchos "nenes" de la cantera. Los Saúl, Oliver, Kader, Borja y Pedro tuvieron sus minutos para ir convenciendo poco a poco a Simeone.

Soy de los que piensa que a los que se les llena la boca de cantera son unos demagogos. Exceptuando algún futbolista que acaba valiendo para el primer equipo los demás son jugadores que apenas jugaran en 1ª y acabaran siendo jugadores de 2ª y 2ªB.

Me quiero detener en Oliver Torres. Se está hablando mucho de un niño de 17 años que todavía no ha demostrado nada y que debe tener los pies en el suelo. Simeone le está dando minutos y el chaval, dentro de sus posibilidades, está respondiendo bien. ¿Está para ser titular? NO. ¿Podría ser un futbolista importante en el futuro? De él depende.

Esta situación ya la hemos vivido. Curiosamente desde el principio de la "era Gil". Patricio Rubio Bernal se llamaba el chico. Patri "el Juvenil de Oro", le llamaba la prensa siempre afín al poder gilista.

Patri, también mediapunta e internacional con las categorías inferiores, "iba a cambiar la historia del Atleti" decían. Casualmente como pasa con Oliver Torres. Luego llegaron los Acosta, Roa, Toché, Arizmendi. El único que tuvo la posibilidad real de "cambiar" esa historia ahora es discutido como delantero del Chelsea.

Fernando Torres - Oliver Torres, similitud en el apellido, diferente posición y la misma presión mediática sobre ambos. Solo espero que le vaya bien al chaval. Que tenga suerte de rojiblanco... el tiempo que esté.

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